Si no eres estúpido, ¿por qué no puedes dejar de tropezar con la misma piedra?

Puedes tener desconectados los 3 sistemas del cerebro para detectar amenazas.

The Rebelliam

6/7/20244 min leer

Somos los únicos que tropezamos dos -o más veces- con la misma piedra.

Si un alíen nos viera se preguntaría si nos cuesta aprender, o es que nos gusta sufrir.

Por qué?

Mary era una chica muy guapa e inteligente, y toda un profesional en meter la pata.

Recuerdo que cuando era pequeña tuvo un accidente de coche con su madre. Aquel día después de visitar el doctor por un dolor de barriga, Mary y su madre llegaron pronto a casa. La niña entró corriendo porque se estaba perdiendo su programa favorito de TV.

Pero en cuanto entró en el salón se quedó congelada. La madre notó el silencio súbito en la niña y corrió al salón para ver que ocurría. Donde encontró a su marido teniendo relaciones con otro hombre en el sofá. Mary fue tomada en brazos por su madre y corrió al coche, encendió el motor y piso el acelerador saliendo a toda velocidad sin saber a donde ir.

Tampoco importaba.

Solo quería escapar tan rápido y lejos como fuera posible de la escena que habían presenciado.

No llegaron muy lejos.

La madre de Mary se saltó todos los semáforos en rojo en su frenética huida y se estrellaron con un camión. Ella y su madre quedaron atrapadas dentro del coche hasta que llegaron los bomberos unos 20 minutos más tarde. Ambas sobrevivieron con algunos rasguños y moretones.

Mary estuvo en tratamiento psicológico por un tiempo. Sus padres se separaron. Y algunos meses más tarde ella volvió a ser la misma niña alegre de antes. O al menos eso parecía.

Durante el instituto algo empezó a ir mal.

Seré rápido,

No acabo los estudios y terminó metida en temas de drogas y prostitución.

Por qué?

  • ¿Era culpable de haber visto a su padre dándose el lote con otro chavalote?

  • ¿Dios la odiaba por ello?

  • ¿No sirvió de nada la terapia y por eso su vida era una pesadilla?

A los 21 años Mary toco fondo.

Fue internada en un centro de rehabilitación y algún tiempo después pudo reconstruir su vida. Terminó sus estudios, consiguió un empleo y se matriculó en la universidad para estudiar sociología.

La vida le sonreía de nuevo.

Seré breve otra vez.

De nuevo prostitución, drogas aún más duras y una pareja violenta.

No puedo decir el estado actual de Mary. Seguimos siendo amigos y tengo permiso para contar su historia hasta aquí.

Pero,

¿Por qué recayó?

¿Por qué tropezamos una y otra vez con la misma piedra?

El caso de Mary es especialmente duro. Sin embargo, lo mismo nos ocurre a todos en aspectos menos destructivos produciendo muchísima frustración y tropiezos en la vida.

Si de verdad quieres saber por qué nos ocurre esto, sigue leyendo.

Si no, para aquí.

Guarda este link Y la próxima vez que te encuentres a una persona intentando superar algo que no supone un problema para ti. No le juzgues. Vuelve aquí y termina de leer el post para entender el problema.

Cuando estamos en peligro, nuestro cerebro responde de tres maneras posibles:

  1. Pensando y actuando (MPC Cortex Prefrontal Medial). Cuando pedimos ayuda.

  2. Nos preparamos para pelear o huir (CL Cerebro Limbico). Nos aceleramos, apretamos los puños, la respiración se entrecorta, máxima atención.

  3. Nos paralizamos y desconectamos (CR Cerebro Reptil). Nos quedamos en blanco, las emociones y sensaciones desaparecen.

Tu cerebro activa 1 de los 3 sistemas de emergencia en función de la intensidad y el peligro de la situación.

Lo aterrizo para que lo puedas entender:

  • Cuando Mary le dijo a su madre que le dolía la barriga y fueron al doctor. El cerebro de Mary usó el 1er sistema de defensa contra el peligro.

  • Cuando la madre de Mary la cogió en brazos y escaparon en el coche. El cerebro de la madre activo el 2ndo sistema de defensa contra el peligro.

  • Cuando ambas tuvieron el accidente de coche y se quedaron atrapadas hasta que llegaron los bomberos. Sus cerebros activaron el 3er sistema de defensa con el peligro. Ambas estaban en estado de shock.

«Si entras en una tienda de animales, verás que los cachorros de perro piden ayuda agitándose, ladrando o aullando (2ndo Sistema, Cerebro Limbico); En cambio, los lagartos y las serpientes se quedan congelados en un rincón de la jaula. No se mueven y apenas respiran. Están petrificados (3er sistema de defensa, Cerebro Reptil)». Explica Bessel Van der Kolk en su libro -El cuerpo lleva la cuenta.-

Esta desconexión entre las sensaciones del cuerpo y la mente es la clave.

El cerebro de Mery aprendió que para sobrevivir y seguir viva tenía que «apagar» las emociones y las sensaciones de los cinco sentidos.

El cuerpo envía esta información al cerebro,

que la annaliza y detecta amenazas a nuestro alrededor antes de que seamos conscientes de ello (una mirada maliciosa, un golpe, un desconocido que corre hacia nosotros inesperadamente) y activa alguno de los sistemas de defensa si es necesario.

Dicho de otro modo. Mery y muchos de nosotros hemos desactivado el cortafuegos interno que nos adverte eficazmente de posibles problemas.

Los presentimientos, la piel de gallina en el brazo y la sensación de incomodidad en el cuerpo, entre otros, son señales de peligro que nuestro cerebro envía para que salgamos rápidamente de ese lugar o situación potencialmente peligrosa.

Si tropiezas con la misma piedra, lo más probable es que hayas desactivado estos sistemas cerebrales de detección de peligros y no te hayas dado cuenta.

La buena noticia es que vas a empezar a practicar Yoga y Meditación a diario. Estas son las dos formas más efectivas de reactivar los Sistemas de Detección de Peligros Cerebrales.

Liam.

The Rebelliam